¿Tu negocio digital NO vende? 4 verdaderas razones + sorpresa

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25 abril, 2019 en Negocio, Venta

La semana pasada abordamos el tema de los principales obstáculos que te impiden crear e impulsar tu negocio digital, y te di unas soluciones básicas pero eficaces para que pudieras implementarlas lo antes posible.

Pero en todo negocio, sea cual sea, hay una parte primordial que nunca debemos dejar de lado.

Podemos tener las mejores ideas del mundo, el tiempo o el dinero para llevarlas a cabo y toda la motivación que te quepa en el cuerpo. Pero, si no consigues realizar ventas, cualquier intento de negocio será inviable.

Como ya te conté, vender debe ser para nosotros el foco más importante de acción desde el principio.

He visto muchísimos negocios online que podrían estar funcionando de maravilla y, sin embargo, dejan pasar demasiadas oportunidades. También me llegan bastantes clientes que comparten una problemática central: no venden y no saben por qué.

En este post, te voy a revelar las principales y verdaderas 4 razones por las que tu proyecto no está captando clientes.

Estoy seguro de que vas a descubrir muchas claves y te voy a contar cuáles son las soluciones principales para poder poner fin a esta situación que puede suponer el fin de una empresa.

Además, si llegas hasta el final, tengo una sorpresa preparada para ti, que puede suponer literalmente una transformación en tu negocio y tu vida.

No te digo más, así que pasamos directamente al primer punto.

1 – No has sabido generar una oferta adecuada

Cuando pensamos en la oferta, generalmente siempre se nos viene a la mente lo mismo: el producto y su precio.

Y realmente abarca muchos más elementos. Aquí te voy a detallar los puntos principales de tu oferta que probablemente no tengas bien definidos, y por qué tienes que dedicarles bastante tiempo. Te van a resultar familiares porque ya te di pistas en el artículo anterior.

1.1 – No has definido tu cliente

Como ya sabes, conocer al dedillo tu perfil de cliente ideal es obligatorio para generar ventas. Muy a menudo ocurre que lanzamos un producto o servicio al mercado y pensamos que le va a interesar a una gran cantidad de gente.

Y ese es el primer planteamiento que está mal aquí.

Por muy bueno que sea lo que ofreces, es imposible que le guste y le sirva a todo el mundo. Dependiendo del sector en el que te muevas y el valor que aportes a los demás, puedes llegar a un sector del mercado tanto grande como pequeño.

Una vez que conoces y tienes localizado a tu público, te será mucho más sencillo dirigir todos tus esfuerzos y recursos hacia cómo tu producto o servicio puede ayudar a ese público.

1.2 – No tienes claro tu producto

Este también es un problema más habitual de lo que parece. Hay muchos negocios que quieren ponerse a vender inmediatamente y crean la primera idea que se les pasa por la cabeza, sin saber si será adecuada, si está alineada con su cliente y sin haberla testado de ninguna forma.

O también puede ser que lleves meses tratando de dar forma a un producto, pero como desconoces quién es tu cliente y tu mercado, no puedes terminarlo del todo porque siempre tienes la sensación de que está incompleto, como si le faltara algo.

Con lo cual, un producto con el que el cliente no puede identificarse, no funcionará por más que lo intentes.

1.3 – No has construido un mensaje de venta

Para generar la confianza necesaria que dará lugar a la venta, no basta solo con tener algo muy bueno y ofrecerlo.

¿Sabías que nuestras decisiones de compra tienen un 80% de parte emocional y solo el 20% racional?

Esto es algo muy obvio, pero que muchos emprendedores aún desconocen. Tratan de convencer al cliente hablando sobre ellos mismos, sobre la empresa. Cuentan lo buenos que son, cuáles fueron sus inicios, la trayectoria o los reconocimientos que tienen, etc.

O eso, o te dan el típico discurso generalista y corporativo, lleno de palabras aburridas y de tecnicismos que no dicen nada al lector.

Cuando sabes quién es tu cliente y qué necesita, y además has creado un producto para dar una solución, tienes que crear un mensaje potente, que impacte y deje claro desde el primer momento qué es lo que van a conseguir contigo. Así, los potenciales clientes se convencerán por sí mismos, no tendrás que perseguirlos ni tendrás ese agobio por vender.

Es lo que en Internet se llama escritura persuasiva. O como lo llaman los americanos, el copywriting. Solo cuando hayas definido muy bien estos tres puntos, empieza a invertir para captar tráfico y demás.

oferta
Si no tienes clara tu oferta, volverás loco a tu posible cliente.

2 – Tu negocio no refleja sus valores

¿Cómo puede reflejar valores un negocio?

Pues sí, detrás de cada uno hay personas, por lo que este debe estar totalmente conectado con sus valores y reflejarlos constantemente en cualquier acción que haga. Puede parecer algo banal, pero los valores son uno de los pilares que hacen que una empresa conecte de manera muy intensa con su público.

Y es muy habitual ver cientos de negocios que no se preocupan por definir esos valores.

Por favor, no hagas tú eso.

Dedica mucho tiempo y cariño también a decidir qué es lo que quieres transmitir con tu proyecto, tu marca y tú como persona. Con qué se debería identificar tu audiencia y, sobre todo, por qué deberían seguirte a todas partes, comprando cualquier producto que lances al mercado.

Hay muchos valores que pueden formar parte de tu identidad, como por ejemplo:

  • Profesionalidad
  • Exclusividad
  • Felicidad
  • Familia
  • Trabajo en equipo
  • Exigencia
  • Salud
  • Calidad
  • Respeto
  • Etc.

Los valores no solo dicen cómo es tu empresa, sino que hablan de hasta dónde estás dispuesto a llegar.

Definitivamente, marcan la diferencia entre tú el resto de tu competencia.

No sirve de nada promover el trabajo en equipo, si en tus posts o tus fotos de Instagram siempre sales tú solo.

Por ejemplo, el valor principal de Coca Cola es transmitir felicidad, no una bebida gaseosa. Por eso, la marca se preocupa por organizar festivales, eventos o experiencias que reflejen esa sensación de alegría, de disfrutar.

Otro buen ejemplo es Apple. El gigante de los iPhone tiene unos valores muy claros, como son la excelencia, la innovación y la calidad entre otros. Su misión es revolucionar la tecnología, y dime tú si no lo consiguen constantemente. ¿Y cuántos fanáticos tienen dispuestos a comprarse todo lo que saquen?

Así que piensa que, como sucede en la vida real, no todo el mundo estará de acuerdo con tus valores, pero mantente fiel a ellos y verás cómo una parte de la población se identifica contigo. Eso facilitará el incremento de las ventas.

3 – No realizas ninguna acción de venta

Aunque tengas toda la estructura bien montada y los 2 puntos anteriores bien trabajados… al final si no haces nada por vender, estaremos en las mismas.

Me he encontrado con muchos negocios que lo único que tienen es una página de venta, y en muchas ocasiones con el mensaje mal comunicado.

Pero la venta es mucho más que eso.

De hecho, al principio prácticamente nadie te encuentra de forma orgánica en Google, así que no esperes que por tener publicado tu producto, se va a vender solo. Necesitas realizar otro tipo de acciones, cuyos resultados están más que probados, como:

  • Webinars automatizados o en directo
  • Secuencia de emails de venta
  • Congresos online
  • Lanzamientos
  • Etc.

Otro error es enfocarse en crear más y más productos y no hacerlo en vender.

Esto también es muy común, negocios que tienen un buen abanico de formaciones, contenidos o servicios pero que no consiguen vender ninguno de ellos. Menos es más, por lo que es mejor enfocarse en potenciar y mejorar al máximo un solo producto hasta que funcione por sí solo, antes de ponerse con otro.

acción de venta
Gran parte de tu trabajo como emprendedor, es dar a conocer tu producto.

4 – Tu embudo de ventas no está bien trabajado

O no está bien trabajado o está incompleto.

Hoy en día, el concepto de «embudo de venta» todavía no ha sido bien entendido del todo. Hay muchas personas que piensan que el embudo hace referencia a las automatizaciones, a la secuencia de correos que la gran mayoría de negocios utilizan para generar ingresos.

Pero es mucho más que eso.

El embudo de ventas tiene 5 fases en realidad:

4.1 – Atracción, ese «amor» a primera vista

Es la fase en la que te das a conocer y generas ese primer impacto en una persona. Hay que ser muy cuidadosos aquí porque debes saber cómo comunicarte con alguien que aún no te conoce y, por tanto, no confía en ti.

Así que trata de causar la mejor impresión posible.

Generalmente, se usan las siguientes plataformas para llegar hasta potenciales clientes:

  • Facebook
  • LinkedIn
  • Twitter
  • Google (SEO y SEM)
  • Instagram

4.2 – Captación, abre las puertas de tu negocio

El siguiente paso es convertir a esas personas que ya te han visto y al menos saben quién eres, en tu nueva familia digital.

Necesitas crear una base de datos, una comunidad con la que comunicarte. No es un proceso rápido, así que no tengas prisa. Lo importante es que pongas tus esfuerzos en dar motivos de peso a quienes han mostrado algún interés en ti para que se suscriban a tu lista.

Aquí lo que mejor suele funcionar es algún tipo de regalo u obsequio (lead magnet) que la persona podrá obtener gratis a cambio de darte su nombre y su correo electrónico.

lead magnet
Un gran imán de atracción marcará la diferencia en esta fase del funnel.

4.3 – Cultivo, haz que pasen de semilla a secuoya

Es la parte más importante antes de poder realizar la venta.

Aquí, te encargarás de aportar el máximo valor posible a tus clientes potenciales a través de la creación de distintos contenidos. Gracias a ellos, conseguirás que confíen en ti, que te vean como una figura de autoridad en el sector que les entiende.

Es fundamental que generes mucha empatía y una relación cercana.

Puedes potenciar la fase de cultivo mediante:

  • Email marketing
  • Facebook / Instagram Ads
  • Google Ads
  • Publicaciones en redes sociales, blog, etc.

Es lo que también se conoce como el proceso de aumentar la «temperatura» del cliente. Pasar del frío (en la fase de atención) al caliente (la fase que viene a continuación).

4.4 – Llegó la hora de la temida venta

Aunque esta se suele ver como la peor y más complicada fase de todas, en realidad no tendría por qué ser así.

Sé que es algo delicado y que genera muchos nervios, sobre todo las primeras veces, porque no sabes qué reacción tendrá tu cliente, si confiará lo suficiente en ti como para invertir su dinero… o por el contrario se borrará de tu lista y seguirá su camino.

No debes alarmarte por esto.

Ya te comenté en el anterior post que, cuando conoces perfectamente a tu cliente ideal y sabes qué problema tiene, qué desea o qué le preocupa, no debes concebir la venta como ofrecer algo a cambio de dinero, sino como la mejor solución posible para ese problema o situación.

Si en el proceso de venta te sigues comunicando igual con tu cliente, generando cercanía y empatía, él tampoco sentirá de una forma tan agresiva que le quieres vender, sino que llegará a convencerse de que te necesita para cambiar o mejorar su vida.

4.4 – Dale amor a ese nuevo cliente

¿Pensabas que todo se termina cuando alguien te compra? Pues no.

Un negocio que no sigue cuidando y mimando a sus clientes, no puede seguir adelante por mucho tiempo. O al menos, no de la forma en que podría hacerlo para crecer mucho más.

En esta última fase es donde conviertes a un cliente en un auténtico fan, un incondicional de tu marca. Para lograr que se «enamoren» de tu negocio, tienes que continuar comunicándote y aportando valor constantemente.

Pregúntale qué tal le va, si ha conseguido resultados o si tiene dudas, pídele feedback porque su opinión es muy importante para seguir mejorando. Te aseguro que la experiencia de satisfacción que vas a crear en ellos va a ser brutal, así que debes definir muy bien todas las partes del embudo.

Si sigues invirtiendo dinero en publicidad y no puedes hacer que las personas pasen por todo el proceso, estarás tirando ese dinero a la basura y desperdiciarás las visitas.

Este artículo podría terminar aquí, pero quería aportar un extra más, una situación en la que también se ven reflejados muchos negocios y que podría sucederte a ti también.

5 – Tu negocio vende, pero desperdicias recursos

Hay ocasiones en las que el negocio va bien, se producen ventas y los clientes están contentos.

Pero eso no quiere decir que esté funcionando al 100% o que tenga una buena «salud». El gran error que se comete en esta etapa es desperdiciar los recursos a causa de no medir lo que se está haciendo.

Las métricas son imprescindibles, si no sabes el resultado de algo, ¿cómo sabrás si te funciona, o cómo optimizarlo?

No tienes que utilizar todas las herramientas, ni invertir en todo tipo de publicidad. A lo mejor alguna no te está dando ningún resultado y en otra estás generando el grueso de tus visitas y clientes. Podrías descartar lo que no te funciona y dirigir los recursos a lo que a ti sí te va bien.

Pero, si no lo mides, nunca podrás saberlo.

Igual ocurre con los envíos de emails. No puedes saber la eficacia de tus envíos si no conoces la tasa de:

  • Apertura
  • Clics
  • Conversión

Así que mi último consejo de hoy es, mide. Usa los paneles de estadísticas, que para algo se han inventado
J

metricas
El análisis de tu negocio te llevará a entender como mejorarlo y optimizarlo.
(Lo que no se mide, no se puede mejorar – Lord Kelvin)

Espero que te haya sido útil este post, aunque en realidad, ese no era mi último consejo. Al inicio te dije que guardaba una sorpresa para ti, y no te estaba mintiendo.

Sé que te he dado mucha información valiosa de golpe y que estás deseando ponerte a trabajar para impulsar tu negocio pero, quizás no tienes el tiempo necesario para investigar y llevarla a cabo. Sin saber muy bien por dónde empezar primero, puede que llegues a agobiarte y al final no hacer nada… otra vez.

Pues no quiero que te preocupes, porque he preparado una masterclass online gratuita el próximo día 1 de mayo a las 17:00 (hora de Madrid).

En ella, te voy a revelar las 3 claves para conseguir impulsar tu negocio y, además:

  • Sabrás cuáles son los pilares que necesita tu proyecto.
  • Descubrirás cuál es el embudo de ventas básico que debes tener.
  • Las estrategias de visibilidad que te llevarán al siguiente nivel.

Podría contarte mucho más, pero prefiero que lo descubras por ti mismo en la masterclass. Solo tienes que reservar tu plaza en el formulario de abajo. ¡Las inscripciones se cerrarán al comenzar la clase!

¿Vas a quedarte sin saber cómo cambiar tu vida?

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¡Gracias y nos vemos allí!

Sobre el autor

Antonio Ortega

Soy un apasionado de la tecnología, del cine de superheroes y del helado.
Me encantan los retos, soy un enamorado del marketing digital y además me encanta la relación entre las personas.
El mix perfecto para que me haya vuelto loco con los funnels :)

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